Los Impuestos del Coche

¡Hola Amigos!

En la web ITV cita vamos a hablar de unos de los gastos que nos afectan cuando nos compramos un coche pero también a lo largo de su vida útil: los impuestos.

Como veréis dentro de un momento, hay dos tipos (directos e indirectos) y, además. En cada uno de ellos existen casos concretos en los que hay reducciones y exenciones a la hora de pagarlos.

 

impuestos en los vehiculos

Impuesto Directos

Dentro de los impuestos directos hay dos que son los más famosos: el de matriculación y el de circulación.

El Impuesto de Matriculación se paga una sola vez: cuando se compra un coche nuevo o cuando se matricula por primera vez en un país.

Como su propio nombre indica, grava la matriculación y está gestionado por las comunidades autónomas por lo que las cantidades pueden variar de una a otra Comunidad.

Como su propio nombre indica, grava la matriculación del coche y aunque hay varios elementos que influyen en el precio final como la carrocería o el equipamiento, hay dos factores principales

con los que se calcula la cantidad final que pagará el conductor.

El primero es el tipo de coche y determina la base imponible, es decir, el importe sobre el que se van a aplicar los impuestos.

El segundo son las emisiones de CO2 que emite el coche y que establecerán el impuesto a pagar.

Por ello, cuanto más contamine un coche, más alto será el impuesto de matriculación.

El Impuesto de Circulación es un tributo que tienen que pagar anualmente todos los conductores que tengan un coche en propiedad.

Su carácter también es general aunque, en este caso, está cedido a los ayuntamientos que serán los que determinen el importe final.

 

 

los impuestos del vehiculo

 

Se calcula en función del tipo de vehículo.

Por ejemplo, en los coches se hace en función de los caballos fiscales mientras que en los autobuses depende de las plazas autorizadas y en los camiones de los kilos de carga útil.

A estos dos impuestos hay que sumar el IVA, que en el caso de los coches es del 21% y, evidentemente, tienen que pagarlo todos los coches que se compren un vehículo.

El siguiente impuesto es el de Transmisiones Patrimoniales que sólo se abona cuando se compra un coche de segunda mano.

Tiene que pagarlo el comprador y se calcula en función de unas tablas oficiales que determinan el valor que tiene el vehículo.

Por otro lado, tenemos el IRPF.

Sí, Hacienda somos todos y los coches también tienen sitio en la Declaración de la Renta.

Eso sí, no es general porque no aparecen siempre: sólo lo harán cuando haya beneficio.

Es decir, cuando el vehículo se haya vendido por un precio superior al que se pagó en el momento de la compra.

Algo que ocurre muy poco porque sólo se suele dar con coche clásicos, de colección, ediciones limitadas, etc.

 

Por último, tenemos el Impuesto de Patrimonio.

Tampoco es general porque la mayoría de los contribuyentes están exentos por los requisitos necesarios: el patrimonio que se posea debe
ser, como mínimo, de 700.000 euros excluyendo la vivienda habitual hasta los 300.000. Si no se alcanza esta cifra, no se tributa.

 

Impuestos Indirectos

En los impuestos indirectos tenemos el especial que se aplica sobre los hidrocarburos.

No afecta directamente al coche, pero sí a algo que necesitamos si queremos usarlo: el combustible.

Este impuesto tiene dos tipos de gravamen: uno autonómico a cargo de las comunidades autónomas y otro estatal que, a su vez, está formado por uno general y otro especial.

Además, a este impuesto hay que sumarle el 21% correspondiente del IVA… y gracias a esta información ya sabéis porque vuestra cartera llora cada vez que pasáis por la gasolinera.

Finalmente, no hay que olvidar que los coches eléctricos también pagan tasas con cada una de las recargas que hacen.

Hasta aquí nuestro articulo sobre los impuestos.

Recordad que dentro de nuestros deberes y obligaciones de buenos ciudadanos, entra la de pagar estos tributos cuando nos corresponda.

¡Hasta pronto!